Narrador I:
|
A cuatro
leguas de Pinto
y treinta
de Marmolejo
existe un
castillo viejo
que
edificó Chindasvinto.
Lo
habitaba un gran señor
algo
feudal y algo bruto
que
llamaba Sisebuto
a su
esposa Leonor;
Hermenegilda
su hermana
y su
cuñado Vitelio
y una
hija que tenía
que
atendía por Mariana
y su hijo
mayor Rogelio.
Era noche
de invierno
noche
cruel y espantosa
noche de
infierno.
|
Pepa:
|
Y ahora
hablemos del amor
que
nuestras almas disloca:
yo te
quiero como loca
|
||
Lisandro:
|
yo te
quiero como un niño,
mi amor
radica en locura
|
||||
Pepa
|
el mío es
un arrebato,
si te
vas, me mato,
|
||||
Lisandro:
|
si me
olvidas me hago cura.
|
||||
Pepa:
|
¿cura has
dicho?
no digas
esa palabra
en jamás
de los jamases,
hija soy
de Sisebuto
desde mi
más tierna infancia
y aunque
es mucha mi arrogancia
y aunque
mi padre es un bruto,
y aunque
sé a lo que me expongo,
huyamos
los dos al Congo
a ocultar
nuestros amores.
|
||||
Narrador II:
|
En un
gótico salón
dormitaba
Sisebuto,
y un
lebrel seco y enjuto
roncaba
en el portalón.
Galopando
en un corcel
de color
verde botella
raudo
como una centella
llega a
palacio un doncel.
Las ropas
trae empapadas
por
efecto de las aguas,
como no
lleva paraguas
llega el
pobre hecho una sopa.
Cruza el
foso, salta el muro
la puerta
está cerrada,
|
||||
Narrador IV:
|
Más en
esto,
tras una
puerta simulada,
entra el
conde,
luego el
can,
luego
nadie,
luego
nada.
|
||||
Conde:
|
¡Hija
infame!
¿Qué
haces con este señor?
¿Dónde
has dejado mi honor?
¿dónde,
dónde?
¿dónde,
dónde?
¿en la
mesa, en la mesilla?
¿o quizás
bajo una silla?
|
||||
Lisandro:
|
¿Se habrá
dormido mi amada?
|
||||
Narrador III.
|
Pero en
esto algo que resbala
nota
sobre su cabeza
alza la
mano y tropieza
con una
punta de escala.
Sube que
sube que sube,
trepa que
trepa que trepa,
cae en manos
de un querubín;
la hija
del conde … ¡La Pepa!
En lujoso
camarín
introduce
a su adorado
y al
notar que está mojado
lo seca
bien con serrín
|
||||
Narrador V:
|
Y
sacándose un puñal duro,
flamante
y certero,
introduce
el fino acero
junto a
la espina dorsal.
El joven,
naturalmente,
la diña
como un conejo,
ella
frunció el entrecejo
y
enloqueció de repente.
El conde
también quedó loco
a
resultas del espanto,
el perro
… no diré tanto,
pero le
faltó muy poco.
|
||||
Pepa:
|
¿Qué
sientes Lisandro amado?
¿Qué
sientes Lisandro mío?
¿No
sientes nada a mi lado?
|
||||
Narrador VI:
|
Y aquí se
acaba la historia
horrible
y espeluznante,
horrible,
escalofriante,
de aquel
castillo tan viejo
que
edificó Chindasvinto
a cuatro
leguas de Pinto
y treinta
de Marmolejo.
|
||||
Lisandro:
|
Siento
frío.
|
||||
Pepa:
|
¿Frío has
dicho?
eso me
espanta
¿Frío has
dicho?
eso me
inquieta
no
llevarás camiseta,
pues
toma, ponte esta manta …
|
||||
Narrador III:
|
y le da
una servilleta.
|
_________ Blog de los alumnos y alumnas de 6º de primaria del Colegio CONDES DE ARAGÓN (Zaragoza) _________
miércoles, 14 de marzo de 2018
ROMANCE DE UN CASTILLO VIEJO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿QUÉ ES ESTE ROMANCE?
ResponderEliminar¿QUÉ HACE EN NUESTRO BLOG?
¿PARA QUE VA A SERVIR?
Creo que esta para lo que vamos a hacer de la jornada de poesía
ResponderEliminarPara conocer algo más sobre los romances
Para la jornada de poesía
ResponderEliminarPara saber si estamos atentos en clase